domingo, 12 de junio de 2011

Giovanni Silveira – Capítulo V

- Tardaste demasiado, ¿no lo crees? -decía una voz grave.
- ¿Dónde estoy? -Preguntaba Giovanni Silveira, un chico de 15 años, mientras abría los ojos y veía a un señor vestido de blanco y con una gran barba.
- Bueno, eso es algo que no te puedo decir a menos que decidas quedarte, y preferiría no tenerte como inquilino aún.

- ¿Quién es usted?
- Esa es otra pregunta que tampoco te puedo responder a menos que decidas quedarte.
- ¿Me va a responder algo? ¿Qué hago acá?
- Sí, pero depende de qué preguntes, y tú deberías saberlo.
- ¿Debería saber que pregunto?
- Jajaja, no, deberías saber qué haces acá. ¿No lo recuerdas?
- Este... no muy bien -ý Giovanni trataba de hacer memoria del porque se encontraba en una habitación que parecía no tener paredes, y que parecía estar intencionalmente pintada de blanco como para hacer juego con este "médico" de barba larga que se negaba a responderle claramente-. ¡Maricarmen! ¿Dónde está Maricarmen? ¿Qué hago acá? ¿Esto es un hospital? ¿Dónde están mis papás? ¿Las enfermeras? ¿Dónde está todo el mundo?
- Parece que por fin lo entiendes -le respondió el señor de barba larga a Giovanni, con una gran sonrisa en el rostro-. ¿Quieres dar una vuelta? Yo creo que no debes sentir nada del accidente.
- ¡El accidente! ¿Dónde está Maricarmen? ¡Respóndame! -Giovanni empezaba a darse cuenta que no estaba en un lugar normal, y que no sabía donde estaba ni qué había pasado con Maricarmen.
- ¿Acaso no te das cuenta? ¿Dónde más puedes estar? Tuviste un accidente. Cruzaste la calle sin fijarte si podías cruzar y te terminó atropellando un auto azul oscuro, si no puedes recordar eso, pues, creo que me podría sentir un poco preocupado.
- ¡Claro que me acuerdo del accidente! ¿¡Dónde está Maricarmen!? -gritó Giovanni, ya había recordado todo lo del accidente y el último recuerdo que tenía era Maricarmen gritándole y el auto azul viniendo hacia él.
- Pues, dependiendo de cómo lo quieras ver, ella está bien. Pero, no está acá. Es algo difícil de explicar, y dado el caso de que a menos que te quieras quedar por acá, algunas cosas no las voy a poder explicar, estamos casi como en un callejón sin salida.
- ¿Estoy muerto? -por fin Giovanni cayó en la cuenta de que no podía ser otra cosa, o quizás...- ¿O es que estoy soñando? -era una buena posibilidad.
- Algunos hombres consideran que el sueño es sólo una pequeña muerte que te prepara durante toda tu vida para la muerte definitiva. Otros consideran que la muerte en realidad es un estado de sueño del alma, que se decide descansar luego de toda una vida en vela. Yo, personalmente, tengo otra manera de ver las cosas, pero es mi manera de verlas.
- ¿Tú eres Dios?
- Depende del idioma en el que lo quieras nombrar y de las preguntas que quieras hacer -decía el señor vestido de blanco y de una larga barba blanca, mientras dibujaba una nueva sonrisa en su rostro.
- Si no estoy muerto, ¿por qué estoy aquí? -pregunto Giovanni, dando por sentado que su experiencia no podía ser plenamente la muerte, pero tampoco un sueño normal.
- Esa es una buena pregunta, pero, no debería responderla yo, sino que deberías responderla tú. ¿Qué haces acá?
- Creo que porque estoy muerto, y asumo que tu me debes estar dando la bienvenida... y también asumo que haberme confesado ayer fue una buena decisión.
- Jajajajaja, siempre me pareciste muy gracioso, pero tenerte acá diciendo estas cosas te hacen aún más divertido. ¿Te sientes como un muerto?
- La verdad, no. Me siento con mucha más vida que de costumbre.
- Interesante. Interesante y complicado. Si te sientes con más vida que de costumbre, es probablemente porque estés más muerto que vivo.
- ¿Entonces estoy muerto y tú eres Dios?
- Si estás muerto, en este punto, todavía, lo decides tú. Si yo soy Dios, también es algo que podría responder de acuerdo a lo que decidas. ¿No tienes ganas de vivir?
- ¿No que si me sentía más vivo que nunca era porque ya estaba muerto? No me confundas más.
- No te estoy confundiendo Giovanni, no sabes las ganas con las que deseo de que te quedes aquí conmigo, pero siento que ese momento tendrá que esperar todavía mucho más, quisiera que tuviera que esperar mucho más aún, quisiera que tengas la oportunidad de vivir y de equivocarte, de sufrir y de arriesgarte. Tenerte acá sería muy bueno, pero creo que aún no deberías estar aquí.
- ¿Y si me quiero quedar? ¿Por qué renunciaría a esto? ¿No es al lugar al que debería soñar por llegar toda mi vida?
- Yo sé todas las cosas que van a suceder, pero tú tienes la libertad de decidir que hacer.
- Sabes, esa frase siempre me confundió, nunca la entendí muy bien.
- Jajajajaja... algún día podrás entenderla, mientras tanto, yo creo que hay personas que necesitan de ti, yo necesito de ti, pero no acá, no todavía.

Y de pronto se escuchó un sonido muy fuerte, como de una explosión.

- ¿¡Qué pasó!? ¿¡Qué fue eso!? -preguntaba Giovanni alarmado por el ruido casi ensordecedor.
- Acá no ha pasado nada, pero creo que eres tú quien acaba de tomar una decisión -le respondió el señor de barba blanca vestido de blanco a Giovanni.
- ¿Qué decisión? -preguntaba Giovanni cuando fue interrumpido por una nueva explosión.
- La de tu corazón. En tu corazón tienes todo esto, y algún día serás parte plena de todo esto, pero hoy tu corazón te dice que tienes que hacer algo primero, y es tu corazón quien te está llamando para entregarte en otro lugar, por ahora. No te preocupes que yo siempre estaré contigo.
- ¿Qué? ¡No entiendo nada! ¡No entiend....! ¡¡¡Auuuuuu!!! -Giovanni empezó a sentir un dolor muy fuerte en el pecho, tan fuerte que lo hizo gritar sólo de sentirlo.
- No tienes que entenderlo ahora, para todo habrá un momento. Ya nos veremos pronto.
- ¿¡Voy a morir pronto nuevamente!?
- Bueno, por lo menos, yo veré pronto, depende de ti si me ves pronto a mi -le dijo a Giovanni el señor vestido de blanco y de barba, con su pacífica sonrisa.
- ¡No entiend....! -Y otra explosión sonó muy fuerte, casi hizo que Giovanni se sintiera desmayado.
- No te preocupes, hijo. No es ahora cuando tienes que entender, sino cuando tienes que cometer errores.

Todo se apagó.

- ¡Abrió los ojos! ¡Está despierto! -gritaba una señora vestida como enfermera al lado de Giovanni.

2 comentarios:

  1. al fiiiin!!! :D mingooo!!!! jajajajajaja
    "Yo sé todas las cosas que van a suceder, pero tú tienes la libertad de decidir que hacer"... eso me sono tanto a clases de filosofia udep xD jajajaja oye mingoo pero me has hecho esperar tanto para un cap tan corto?! jajajaja xD
    pero bueno, lo vas a seguir pronto? jajajaja :D

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  2. Lo siento Megu-Chan!!! jajajaja... este capítulo lo tenía pensado así hace tiempo, pero nunca escribía más de 2 líneas y así se quedaba en el borrador jajajaja... este es el capítulo transición XD... jajajaja... Espero que el VI lo escriba esta semana entre todos los trabajos que no quiero hacer :)

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